lunes, 21 de noviembre de 2016

A ti, mujer

A TI, MUJER

Eres algo así, divina,
cual una tarde de Abril,
que el agua pinga en la tina
y a punto está el perejil.

También flor de amanecer
en esa noche estrellada.
La niña que, su querer,
le espera de madrugada.

Tú, la propia jardinera
que, a los claveles, las rosas,
en la dulce primavera,
riega y las pone frondosas.

Y también los alhelíes
los lirios, las margaritas,
las azucenas… no olvides
a tantas flores bonitas.

¿Acaso no has sido tú
una flor en tu bautismo?
Tu comunión en virtud…
¿no has sido rosa lo mismo?

Le entregaste a tu Señor
esa flor de tu pureza,
en ese abrazo de amor,
Él te entregó su grandeza.

En sus brazos engolada
has continuado tu ruta.
Una nave gobernada
por Él, que nadie disputa.

Volviste al pie del altar
convertida en una novia.
Eras esa flor de azahar
que soñaste en tu memoria.

Conseguiste ser amada
en aquel propio recinto.
Saliste mujer casada
y Templo del mismo Cristo.

Caminaste por la vida
convertida en una madre.
Esa flor, de ti nacida,
propia es de tu mismo estambre.

De nuevo empezó la rueda.
Con las flores que plantaste,
tu persona, quizás, pueda
gozar de lo que sembraste.

Detrás de ti una cadena
de seres que te veneran,
que alejan de ti la pena,
y sólo tu amor esperan.

Mas cuando en el duro invierno
tu misma buscas abrigo,
diles con acento tierno:
ayudad a este castigo.

Llegarás a tu destino
y a Él tendrás como amigo.
Para andar ese camino,
su recuerdo, irá contigo.


César Carús Arnáiz

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Espero que os guste
Saludos